Charla para los alumnos de Escuela Arte Granada

17 junio 2010 - Noticias - Comentarios -

El pasado 15 de Junio fui invitado por uno de los profesores de esta Escuela, mi amigo Arabesco, a dar una charla a sus alumnos sobre fotografía de boda. Dado que esta disciplina no es parte específica de los contenidos académicos del curso de fotografía, el objetivo de la invitación era complementar su formación con información práctica de primera mano sobre esta actividad profesional, tanto en cuanto podría ser la salida laboral de algunos de ellos.

A decir verdad, no puede decirse que la asistencia fuera masiva, aunque este detalle quedó ampliamente compensado por el interés prestado por los asistentes, que quedó demostrado en el turno de preguntas.

El esquema de la exposición vino dado por los distintos momentos de la boda, haciendo un recorrido por ésta desde la casa de la novia hasta la celebración. Más que en aspectos técnicos o compositivos, me centré en cuestiones del oficio, de la mecánica del trabajo, de sus dificultades y entresijos, en pro de conseguir unas fotografías que narren la boda y que satisfagan las expectativas de nuestros clientes.

Creo sinceramente que la fotografía de boda es una actividad donde las capacidades del fotógrafo se ponen más a prueba. Una boda se desarrolla en una constante sucesión de situaciones con escasa o adversa iluminación (contraluces, direccionalidad o intensidad distinta a la que nos interesaría, mezcla de temperaturas de color), a menudo en ambientes o lugares donde el estilo, los objetos o la decoración nos condicionan negativamente, con modelos no profesionales e, invariablemente, sin tiempo suficiente para la toma de decisiones, lo que exige al fotógrafo seguridad en el conocimiento de los aspectos técnicos, criterio estético y compositivo, y empatía para compartir sentimientos y emociones con la pareja, familiares y demás asistentes.

Además de dos álbumes preparé varios multimedia, comenzando por la casa de la novia. En esta parte del reportaje mi objetivo fundamental es obtener los mejores retratos posibles, donde el volumen lo aporte principalmente la luz natural. Planos cortos, medios y de cuerpo entero con composiciones cuidadas y sencillas. Para ello busco los espacios más despejados de objetos y simples donde poder componer.

De cualquier modo modelar y favorecer el cuerpo y el rostro de la novia es lo fundamental; la novia tiene que lucir guapísima en su álbum.

A continuación pasé otra presentación sobre el novio esperando a la novia, la llegada de ésta, la ceremonia y la salida. Vimos cómo la fotografía de esta parte era más fotoperiodística. Al contrario que en la casa de la novia, donde la mayor parte del tiempo la pauta de lo que acontecía la íbamos marcando nosotros, aquí somos unos meros espectadores sin intervención alguna en lo que va sucediendo. Todo es más o menos previsible pero hay que estar muy despiertos para no perderse los saludos, los abrazos, los gestos de cariño de los amigos y familiares, la llegada de la novia, la bajada del coche, la entrada en la iglesia. Durante la ceremonia, además de las fotos lógicas del intercambio de anillos y arras, lecturas, planos de los novios y los padrinos etc..., me interesan los planos abiertos donde se recoja todo el ambiente, los invitados, y el entorno arquitectónico. La salida es como una explosión; aquí la acción es desbordante pero es una buena oportunidad para captar situaciones de una gran espontaneidad.

Animación flash

Algunas parejas para nada se harían fotos en exteriores. Simplemente quieren disfrutar de los amigos y la familia y no dejan tiempo para ello entre la ceremonia y el cóctel. Aunque la mayoría de los que nos contratan esperan y desean unas fotos en exteriores, aunque, eso sí, suelen expresar que quieren que sean naturales y sin poses.

Cuando los novios nos advierten de que no quieren poses yo deduzco que en su subconsciente están pesando imágenes de parejas en situaciones con las que para nada se identifican, bien por una pose demasiado afectada, bien por empalagosas y melifluas, o directamente por ridículas.

No olvidemos que llegado este momento del reportaje lo que nos disponemos a realizar es un teatro, no es algo que suceda naturalmente en la boda como la casa de la novia o la iglesia.

En fin, que tenemos que hacer fotos creíbles y naturales en una situación inventada, dirigir a la pareja de manera que no se sientan ridículos, hacerlo rápido porque esto les cansa pronto, y, por último, que el mensaje que transmitan las fotos sea claramente el amor entre ellos pero sin llegar a ser demasiado dulzón, besucón o cursi. Este es el terreno en el que nos movemos.

Una técnica que yo utilizo consiste en situar a la pareja lejos e indicarles que vayan paseando, o que paren en un lugar determinado y charlen. Normalmente esto, con alguna ligera indicación ya funciona. Las distancia les da intimidad y se sienten más cómodos. Por otro lado esta distancia focal (utilizo un tele) los separa del primer plano y del fondo y le da un toque de real, de auténtico, de algo robado.

Si la pareja se siente cómoda en la sesión de exteriores puedes intentar lo mismo pero ya desde un poquito más cerca, pero si vemos que se cortan nunca es conveniente forzar la situación, y siempre podemos retratarlos cogidos sencillamente de la mano o por la cintura mirando directamente a la cámara e intentando completar la composición con los elementos que la escena nos proporcione.

Animación flash

 

Todas las parejas y respectivas familias realizan un gran esfuerzo y prestan especial atención en la organización de la boda; todo tiene que salir bien y los pequeños y grandes detalles son muy importantes para ello.

A menudo estos detalles son símbolo del esfuerzo o colaboración especial de algún familiar o amigo y con ello demuestran el cariño hacia la pareja y sus familias.

Otras veces son resultado de la particular diligencia de los novios y ponen de manifiesto sus gustos y personalidad.

El proceso de selección que lleva a decidirse por un ramo de novia, un hotel, un coche, una decoración, etc., implica, además, una inversión de tiempo y dinero, por lo que a la pareja les agrada que todo eso quede recogido en el álbum.

Todas estas razones deberían ser suficientes, pero en mi caso hay una razón adicional que me mueve a hacerlas, y es sencillamente que me gusta, porque muchos de éstos objetos son bonitos y agradecidos para ser fotografiados.

Animación flash

Muchos álbumes solemos terminarlos con una hoja de tomas falsas y momentos simpáticos. En cualquier momento de la boda pueden darse situaciones que para un buen observador no pasarán inadvertidas. Ello requiere sentido del humor y estar conectado en todo momento, pero mantener la atención alta tiene sus recompensas, y es que cuando terminen de ver el álbum lo harán con una sonrisa.

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